miércoles, 14 de marzo de 2012

Madeira


Madeira. Nuestro viaje por la Macaronesia, dirección N, da un salto ahora de 190 km, desde las deshabitadas Salvagens hasta Madeira. Seguimos, pues, en territorio portugués.

El archipiélago de Madeira consta de una isla principal, Madeira, (cuya superficie es tan solo un poco mayor que Menorca), de una segunda isla más pequeña, Porto Santo (la mitad de Formentera), y de un grupo de islotes deshabitados: las Desertas.

Viajé a la isla en Diciembre de 2001, durante uno de esos megapuentes a los que, por cierto, tan poca vida les queda. Alquilé un coche para recorrérmela de arriba a abajo. Buscaba la paloma de Madeira...que no conseguí ver. Pero disfruté igualmente del paisaje y de la tranquilidad del archipiélago. Evité en todo momento su capital, Funchal, porque no era bullicio precisamente lo que buscaba. Me alojé en una hostal perdido en lo alto de un valle, la Pousada dos Vinhaticos, un lugar con mucho encanto que recomiendo a los que busquen paz y tranquilidad. Mirad qué vista había desde el comedor:

Si algo caracteriza a Madeira son sus acantilados y vistas vertiginosas. Las carreteras suben y bajan como montañas rusas. Una vez en el interior, rodeado de prados alpinos, verdes, musgosos y llenos de vacas, parece que estés en Santander:


En el interior se encuentra el Pico de Arieiro (1810 m), rodeado de unas vistas y un paisaje espectaculares. Era diciembre, y a pesar de estar a la misma latitud que Casablanca en Marruecos, hacía mucho, mucho frío. La carretera que lleva al pico parecía que te catapultaba al océano:

Allí y sólo allí, en las paredes del pico Arieiro, anida una de las especies de ave más amenazadas de Europa, el petrel freira (Pterodroma madeira) un ave típicamente pelágica. Son muy pocas parejas las que sobreviven (se calcula que entre 20 y 30) y acuden a alimentar sus crías solo por la noche, con lo que resulta extremadamente difícil dar con ellas. Con el frío que hacía allí arriba, descarté pasar la noche con una linterna, intentando pescar uno de esos petreles. En su lugar, decidí llevarme una foto de su hábitat:

1 comentario:

  1. La isla de Madeira es una auténtica belleza. No hay que perderse la ciudad de Funchal, las levadas, el Cabo Girão, Porto Santo....y, en cuanto a fiestas, recomiendo la Fiesta de las Flores (ahora en primavera).

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