jueves, 6 de marzo de 2014

Lofoten




Svolvaer, Islas Lofoten, Noruega

Tal como predecían los meteorólogos, hoy amanece sin una nube: cielo raso durante todo el día.

Me acerco a la agencia Avis local y pregunto si tienen algún coche para hoy. No las tenía todas de encontrar uno, pero el señor que, (¿cómo no?) había estado en Barcelona ("oh, what a nice city"), me ofrece uno, pero todavía tiene que limpiarlo porque lo acaban de devolver.

Dispuesto a recorrerme las Lofoten de arriba a abajo lo antes posible, le digo que no hace falta, que me lo dé ya, que me voy pitando, no sea que cambie el tiempo inesperadamente.

Así que, volante en mano, pongo rumbo a Å...sí, Å, la población en el extremo oeste del archipiélago. Curioso y corto nombre para un pueblo...seguramente debe querer decir oeste en noruego...no sé. Lo que sí sé es que debe ser el primero en el índice de localidades de cualquier atlas. Está a 130 km de Svolvaer.



Las Lofoten son media docena de islas muy cercanas, unidas por carretera y por puentes, así que uno se las puede hacer de punta a punta en un día de coche.

Solo salir de Svolvaer por la E10, me topo con la fantástica catedral de las Lofoten:

Me paro en un rincón para observar unos cisnes y me encuentro con una extraña bici pintada de amarillo delante una casa granate. Bonita obra de arte, pienso.

Pronto comienzan a aparecer bellos paisajes y largos puentes inter-islas, como éste que une Austvågøy con Gimsøy.



El de Avis me ha dicho que vale la pena acercarse a un par de pueblos costeros del norte: Unstad y Utakleiv, con playas magníficas. Así que allí voy:



De repente, en un lugar de la carretera, me encuentro con pajarillos revoloteando, algo muy raro aquí pues no hay. Paro el coche, miro un poco y veo un jardín repleto de comederos. Un hermoso pájaro carpintero se está poniendo las botas:

Sigo adelante dirección oeste. En uno de los numerosos lagos helados una familia ha decidido aprovechar el buen tiempo para salir a patinar:





El archipiélago de las Lofoten apesta a pescado pasado. Se trata del bacalao puesto a secar por millones por todas partes. El olor es tan fuerte que ni las omnipresentes gaviotas se atreven a acercarse.

Va pasando el tiempo y el sol polar ha comenzado su suave descenso hacia el horizonte. Por suerte, llego todavía con algo de luz al pueblo estrella de las Lofoten: Reine. Enclavada en un puerto natural y rodeada de impresionantes picos nevados, Reine es una auténtica belleza de lugar.





Tras llegar a Å comienzo el viaje de regreso. Se ha hecho de noche y ha salido la luna. Una última foto, en Flakstadøy.

De regreso a Svolvaer me voy directo a una pizzeria que ya tenía calada de ayer: pizza Fellini, en la "plaza mayor". Me zampo una sabrosa quatro stagioni y pongo rumbo hacia un pueblecito del norte de Austvagøy, Laukvik, para probar con las auroras, puesto que el día sigue excepcionalmente despejado. Este es el resultado:





2 comentarios:

  1. Hola Xavi, sabes cómo están las carreteras ahora en marzo en las Islas? Es peligroso conducir por allí?. Gracias

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    1. Esta semana (primera de marzo) todas las carreteras estaban sin hielo y se conducía perfectamente. La temperatura variaba entre -3 y +4ºC. En ningún momento tuve ninguna dificultad, pero si, por ejemplo, mañana cae una nevada fuerte, entonces ya no sé, aunque estoy seguro que deben de limpiar las carreteras inmediatamente. No tardes mucho en ir porque a finales de mes ya no se ven auroras!

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