viernes, 4 de marzo de 2016

Farquhar, el atolón de la basura



Farquhar, Seychelles

Ayer tarde, zarpando de Cosmoledo, subí al último piso del SM Island Sky, el observational deck, para disfrutar del paisaje marítimo. Peter, unos de los guías, se pasó horas con su teleobjetivo tratando de pillar los peces voladores que levantaba el barco a su paso. La verdad es que consiguió unas fotos increíbles:





Los alcatraces también lo saben y planean todo el día por encima del barco, suspendidos por el aire que éste levanta, inmóviles, esperando a que salgan zumbando los peces voladores. Entonces se lanzan como flechas a cazarlos, y alguna vez (pocas) se salen con la suya tras unas maniobras aéreas que te dejan boquiabierto.




Un nuevo día de navegación y nos plantamos en otro de los atolones de las Outer Islands de las Seychelles: el grupo Farquhar, formado por los atolones Farquhar, Providence, y la isla Saint Pierre. El área total de tierra emergida es de solo 11 km2.


Farquhar fue descubierta en 1504 por João de Nova, y así se llamó hasta 1824, fecha en que adoptó el nombre del primer gobernador de Isla Mauricio, Sir Robert Townsend Farquhar.

En la isla hay una estación científica perteneciente al Island Conservation Society. Allí trabaja Aurélie, que nos recibe amablemente en la playa. Pinchad aquí para ver un video hecho por ella en un perfecto frenchglish:



Nuestra aproximación a Farquhar es por la North Island, pero de nuevo el mar está demasiado movido y el capitán decide desembarcar por las playas de la South Island, frente a la passe Manaha: 


Como siempre, sale primero la zodiac de los guías para comprobar que el desembarco en la playa sea adecuado.



En la costa nos recibe Aurélie, la chica francesa de la estación. Lleva aquí la tira de meses. Me dice que su abuelo era español y que le encanta mi lengua. Le pregunto si no se aburre, y me dice que, en verdad, su trabajo aquí es bastante estresante! "Me levanto cada mañana con un programa del día muy concreto, y hay que cumplirlo". Stress es lo último que esperaba de un lugar así.

Pero pronto me doy cuenta de lo que quería decir: la arena está hecha un vertedero. En playas idílicas como esta acaban los plásticos, tubos, chanclas y otros desechos no biodegradables de nuestro mundo occidental: una auténtica desgracia medioambiental que voluntarias como Aurélie tratan de paliar. Mirad este preocupante artículo de 2015:



Pero bueno, a ver... tampoco toda la arena está en este estado miserable. Si buscas un poco también puedes obtener fotos como las de Sue:




Y cómo no, a la hora de volver al barco volvemos a quedar atrapados por la marea baja: es que no hay manera!

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