martes, 23 de febrero de 2016

Inhambane o Terra de Boa Gente, Mozambique



Inhambane, Mozambique

Primera modificación del trayecto original: no hay escala en Inhaca porque las autoridades portuarias de Sudáfrica no nos dejan zarpar hasta la madrugada. Bueno... se trataba de una isla en frente de la capital Maputo, con el agravamiento de que había un mega-crucero atracado en ella. Así que el capitán pone rumbo directo hacia Inhambane, una ciudad colonial en la costa sur de Mozambique.



Tras 36 horas de navegación non-stop, el MS Island Sky fondea frente a Ponta da Barra y comienza el desembarco en zodiacs hasta un punto del interior de la bahía donde el agua está más calmada y donde hay un pequeño embarcadero. Allí, una pasarela sobre el manglar lleva hasta un chiringuito en la playa.


El mar está movido y subir a las zodiacs a 88 personas, la mayoría ya de una cierta edad, es toda una odisea. Además, hace mucho calor y la humedad es altísima. ¡Ojo no se nos vaya a desmayar alguien!

Una vez en la zodiac, saco mi cámara de la bolsa y, oh sorpresa, está literalmente envuelta en una nube de vapor. Pronto aprendemos que, de ahora en adelante, deberemos dejar el material fotográfico a la intemperie una media hora antes de comenzar a tirar fotos pues el cambio súbito de la temperatura fresca del camarote a la de la sauna de afuera provoca un vaho que tarda un buen rato en dejar las lentes utilizables.



Al llegar, un grupo de flamencos se alimenta apaciguadamente en las aguas someras de la impresionante bahía. Desde la pasarela, llegamos al Neptune's lodge, en la playa, donde nos sirven unas fantásticas gambas frescas acompañadas de una cerveza local que entra como regalo caído del cielo.

 Al acabar, un minibus destartalado nos lleva por turnos hasta la vecina localidad de Inhambane. En 1498, el explorador portugués Vasco de Gama navegaba rumbo a la India cuando ancló delante de estas playas con sus 4 navíos. Llovía a cántaros. La tripulación tomó tierra y los nativos les dijeron "beka khu nyumbani", que en su dialecto local significa "protegeos de la lluvia". Ellos pensaron que les estaban indicando el nombre del pueblo, y de ese modo la localidad quedó bautizada como Inhambane, (o al menos eso dice la tradición). Hoy, la única estatua del pueblo es precisamente una de Vasco de Gama, y no está en una plaza como cabría esperar, sino en el patio de una casa:



También hay un museo...bueno...un sala con algún que otro objeto de la época colonial portuguesa. De hecho, el pueblo luce todo el encanto y la paz de los asentamientos coloniales portugueses. La catedral de Nuestra Señora de la Concepción, con más de 200 años, está vacía por dentro, pero conserva su belleza por fuera:



Los mozambiqueños son principalmente cristianos, aunque hay un 18% de musulmanes. Pertenecen a una gran variedad de etnias, todas de habla bantú. El portugués es el idioma oficial (menos mal, pues eso me permite comunicarme con los lugareños, aunque debo decir que tampoco los encuentro muy participativos en eso de hablar con forasteros).



La pesca es la principal actividad de la zona. De vuelta al barco, nos cruzamos con unos pescadores locales, subidos a sus dhows, que, o bien nos están saludando, o bien nos están diciendo que nos alejemos: no queda claro.

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