Formentera, Islas Baleares. Si andáis buscando un lugar idílico para alojaros en Formentera os recomiendo que probéis Casa Serena. Situada en la costa de Migjorn, esta preciosa y cálida casa rural es un remanso de paz, encanto y armonía situada en medio de un pinar a poca distancia de la playa.
El lugar lo regenta Paula, una joven barcelonesa que ha apostado por establecerse aquí desde la llegada de los primeros calores de Mayo hasta que la isla entra en letargo, a mediados de Octubre.
El lugar lo regenta Paula, una joven barcelonesa que ha apostado por establecerse aquí desde la llegada de los primeros calores de Mayo hasta que la isla entra en letargo, a mediados de Octubre.
Pero ojo, tanto los precios como la disponibilidad de la casa se complican en temporada estival, por lo que es aconsejable ir en mayo/junio o septiembre/octubre, cuando no hace tanto calor, la isla está casi vacía y el aire huele a limpio.
Dice su página web...."el vecino tiene gallos que despiertan temprano". Pero no son éstos los únicos habitantes del lugar, la casa también acoge a "Aloe" un simpático gato que vigila a los mosquitos con sus grandes ojos azules, y una adorable perrita, "Lola", la alegría de la casa, de infatigable energía.
Así que ya sabéis, si os pasáis por Formentera regalaros el placer de pasar un par de días en este remanso de calma: no os arrepentiréis.
Casa Serena cuenta con 5 estancias, algunas dentro de la casa y otras fuera en el jardín, totalmente independientes y a cual más acogedora.
Figuras de budas, velas, cortinas y cojines conviven en una atmósfera chill-out con puertas de tonos azules y naranjas, paredes coloreadas, suelos de madera y una preciosa piscina de fondo blanco...todo decorado con un gusto exquisito que te hace sentir relajado, en paz, sin TV ni aires acondicionados, solo tú, con el sempiterno canto de las cigarras y el omnipresente olor a pino mediterráneo.
Figuras de budas, velas, cortinas y cojines conviven en una atmósfera chill-out con puertas de tonos azules y naranjas, paredes coloreadas, suelos de madera y una preciosa piscina de fondo blanco...todo decorado con un gusto exquisito que te hace sentir relajado, en paz, sin TV ni aires acondicionados, solo tú, con el sempiterno canto de las cigarras y el omnipresente olor a pino mediterráneo.
Dice su página web...."el vecino tiene gallos que despiertan temprano". Pero no son éstos los únicos habitantes del lugar, la casa también acoge a "Aloe" un simpático gato que vigila a los mosquitos con sus grandes ojos azules, y una adorable perrita, "Lola", la alegría de la casa, de infatigable energía.
Así que ya sabéis, si os pasáis por Formentera regalaros el placer de pasar un par de días en este remanso de calma: no os arrepentiréis.
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