lunes, 25 de febrero de 2013

El kiwi de Okarito

Franz Josef, South Island, Nueva Zelanda. El glaciar de Franz Josef debe su nombre a un geólogo alemán, Julius von Haast, quien se lo puso en honor a su emperador Francisco José (quizás más conocido por algunos como el marido de Sisi) allí por 1858. El pueblo, que también se llama Franz Josef, es el centro de operaciones de excursiones y vuelos en helicóptero a los glaciares de esta parte de los Alpes Neozelandeses, y tiene un encanto cercano a cero.


Debo decir que el turismo neozelandés estará muy bien organizado y será muy respetuoso con el medioambiente, pero en el tema de contaminación acústica se lleva un buen suspenso: durante todo el día no para de oírse el ruido de esos aparatos en el cielo, vayas donde vayas. Da la impresión de que haya pasado algo, un incendio, una emergencia, un terremoto, y que estén evacuando a las víctimas...no sé, resulta un poco estresante. Pero no, son los turistas que, haga el tiempo que haga, incluso si está nublado (!) están dispuestos a pagar sus 150$ para ver los glaciares desde el aire.

Así que decido alejarme del ruido de esas máquinas voladoras y me voy a la laguna de Okarito, a 20 km de aquí, mucho más tranquila. En el camino me encuentro con un precioso y apacible lago todavía parcialmente cubierto por la niebla matutina: es el lago Mapourika

En Okarito hay una laguna y un bosque antiguo. Allí habita una de las 5 especies de kiwi del planeta, el kiwi de Okarito o rowi (Apteryx rowi), nuevo para la ciencia como especie desde 2003. Solo quedan 300 individuos y son nocturnos, así que no espero dar con ninguno de ellos en mi "special walk" de kiwis.



Y así es, no veo ni uno...ni tampoco ningún otro pájaro. A pesar de que el Capitán Cook nombrara a estas islas como la tierra de los pájaros, aquí a menudo reina un silencio sublime en cuanto a cantos o reclamos de aves se refiere. 

No así con los insectos. Aparte de un ruido de fondo muy intenso de las cigarras, se escucha continuamente un "tip" que no adivino su origen. Al final, concentro la vista hacia donde proviene uno de los "tip" más cercanos y me encuentro con ese bicho, que lo produce a modo de "aplauso" con sus alas:
Un poco decepcionado de tan poca actividad ornitológica, decido regresar a Franz Josef y ver un kiwi de Okarito como sea, aunque sea en un aviario. Así que pago mis 30$ y entro en el West Coast Wildlife Center, donde tienen tres pollos en proceso de reintroducción.
Antes de entrar la encargada me coloca una pulsera verde en la muñeca que me da derecho a entrar tantas veces como quiera a ver los kiwis durante 24h...no sé...como si yo tuviera cara de que si no lo veo varias veces al día me pueda dar algo. Ah, y no puedo hacer fotografías. Pero sin flash sí ¿no?- pregunto convencido de que es un tema de fotones. No, sin flash tampoco - me responde la señorita- se trata de animales que van a ser devueltos a la libertad. A ver...no me cuadra esa respuesta: ¿qué tiene que ver eso con la fotografía? -le respondo. Noto enseguida como a la señorita le comienzan a subir los colores. Son la reglas -concluye. No puedo aguantarme y reprocharle que no las entiendo, pero bueno. Acato y aquí no ha pasado nada...have a nice day.

Entro en el aviario y allí están los kiwis de Okarito, bajo una luz tan débil (son nocturnos) que no hacía falta ese pique con la sargento, pues aquí uno no saca una fotografía sin flash ni harto de vino. Es más, debo hacer grandes esfuerzos para ver algo. Pero bueno, lo que sí espero que estará permitido es una foto sacada del videoreportaje...al menos para mostrar a mis seguidores qué aspecto tiene el kiwi de Okarito ¿no?

1 comentario:

  1. El temita de la prohibición de hacer fotos casi en cualquier lado me toca bastante las pestañas. Yo opto por hacerme el tonto. Es importante llevar la cámara en una bolsa que no nos delate. Pero sí, al final te cansas de ir escondiendote, como si fueras un delincuente.
    Oye buen repor de NZ. Te sigo todas las noches, aunque comente poco...

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