Pano Koufonissi, Cícladas menores, Grecia
Una de mis distracciones cuando viajo es intentar adivinar la nacionalidad de los turistas que veo (seguro que todos hemos “jugado” a esto alguna vez). En Pano Koufonissi, en este mes de Julio, la nacionalidad principal es la local, la griega, sin ninguna duda. Hasta aquí, más o menos lógico. Pero el segundo país de origen de los turistas de la isla ya no me resulta tan evidente: Suecia, y de largo.
Vayas donde vayas, en todos los rincones se oye el sueco, que aunque no lo hablo, con un poco de entreno se acaba adivinando fácilmente. Hay tantos que cada tarde, a eso de las 7, se organiza en la playa un partido de fútbol infantil Grecia contra Suecia.
No hacen falta camisetas diferentes, con el color del pelo basta: los suecos todos rubios, los griegos todos morenos. hace ya dos días que vienen ganando los suecos, y me parece a mí que es porque los griegos no miran mucho a la pelota:
¿Por qué será que hay tanto sueco en esta isla? No consigo averiguarlo. Mirando el partido, sentado en el mismo banco que yo hay un hombre que, aunque no diga nada, tiene una cara de cantante de Abba que tira patrás. Le transmito la pregunta, pero no sabe darme una respuesta convincente. El es el primer sorprendido. “It seems downtown Stockholm”, me dice riendo.
Las siguientes nacionalidades, por este orden son la italiana, francesa, alemana, inglesa y norteamericana. No hay más: ni un holandés, ni un ruso (que ahora están por todas partes), y, todavía más raro, ni un español.
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