viernes, 7 de septiembre de 2012

Tahiti Iti


Teahupoo, Tahiti, Polinesia Francesa. Aparte de su fama surfera, Teahupoo es un pueblecito costero la mar de tranquilo y acogedor del sur de Tahiti. Hoy es domingo. En Tahiti es el único lugar donde voy regularmente a misa los domingos, no porque me sienta espontáneamente reconvertido, sino porque los oficios aquí son un verdadero espectáculo.

La iglesia protestante de Teahupoo está en la carretera. A eso de las 8:30 h comienzan a llegar las señoras con sus sombreros de paja y sus trajes tradicionales. Fuera se reparten besos.

Una vez dentro comienzan los himenés (canciones) al poco de empezar la misa. En esta ocasión me he colocado arriba, en medio del coro, para tener una perspectiva mejor.

Al acabar el oficio, cojo el coche y me voy a curiosear por la península de Tahiti Iti. En las afueras del pueblo tiene lugar una competición de motocross. Una vez más, alucino con lo bien que vive esta gente.

Al cabo de un rato llego a un puente y veo dos chicos contemplando algo al otro lado de la baranda. Paro el coche y descubro que se están tirando al río desde aquí arriba. La altura es considerable y sus caras delatan la travesura. Los ríos no son tan profundos como para tirarse desde tan arriba, así que tomo rápidamente unas fotos, les digo que fais gaffe, y sigo mi excursión, no sea que vaya a presenciar un espectáculo desagradable.




Con el coche me dirijo al otro lado de Tahiti Iti, en la costa este, hasta el pueblo de Tautira donde acaba la carretera. Regreso un poco decepcionado del lugar: mucho pic-nic y casas de veraneo locales con poca gracia. En el trayecto hay gente haciendo surf en la playa. En este lado de la costa las olas son mucho más pequeñas.
En el camino de vuelta, me paro a comer en el restaurante del museo Gauguin, en Papeari. El pintor vivió 10 años aquí, en Tahiti, antes de migrar a las Marquesas. Durante un tiempo fue muy productivo, cuando conoció a su modelo y musa Tehura. Pinta numerosos lienzos y escribe su libro “Noa”. 

Pero finalmente la desgracia se apodera de él: en Francia muere su hija Aline, la herida de su pierna no se cura desde hace años, padece de sífilis y sucumbe al alcohol. Durante esta época traumática pinta su famoso cuadro D’OU VENONS NOUS QUE SOMMES NOUS OU ALLONS NOUS, que él escribió así, en mayúsculas y sin signos de interrogación ni separaciones. 

Juró que se suicidaría después de completarlo. Y lo intentó, con arsénico, pero la cosa se quedó en un buen susto, porque se despertó vivo al cabo de unas horas (no me imagino cómo se debe quedar un suicida fracasado, si medio contento o medio triste). Sea como fuera, él propio pintor afirmó lo siguiente: “Creo que este lienzo no sólo supera todos mis anteriores, sino que nunca haré nada mejor”

Finalmente, en 1901 decide probar suerte en Hiva Oa, en las Marquesas. Se fue porque buscaba l’homme sauvage, y en 1900, la sociedad de Tahiti no era sauvage, sino que ya estaba muy afrancesada. Sobre Gauguin en Hiva Oa os paso este otro post que
escribí hace unas semanas Gauguin en Hiva Oa

Mañana por la mañana dejo este país. Debo madrugar para estar en el aeropuerto Internacional de Papeete a las 6:30 h y coger el vuelo de Air Tahiti que conecta Polinesia Francesa con Rarotonga, en las Islas Cook. Allí estaré una semana. Para los que me seguís en el blog, tendréis que esperar 10 días para ver cómo me va: el tema wifi está complicado.

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