Tahuata, Islas Marquesas, Polinesia Francesa. Tahuata es una pequeña isla vecina a Hiva Oa. Fue aquí, en la pequeña población de Vaitahu, donde en 1595 un occidental, el español Alvaro de Mendaña, ponía pie por primera vez en Polinesia. La expedición española, que creía haber llegado a las Islas Salomón, comenzó teniendo una buena relación con los indígenas que los consideraron dioses.
Todo fue bien hasta que los españoles decidieron abandonar el archipiélago para continuar con su viaje. En ese momento los indígenas les siguieron con sus canoas, subieron al barco y comenzaron a apropiarse de objetos de navegación y otras herramientas, cosa que no gustó nada a nuestros paisanos. Por desgracia no hubo manera de disuadirlos y tuvieron que abrir fuego matando a 200 isleños. Fue un triste final para este descubrimiento fortuito. Una placa, por cierto muy poco vistosa, conmemora la llegada de nuestra gente al archipiélago en el ayuntamiento de Vaitahu.
Hablando con uno de los lugareños, Joseph Barsinas, me comentaba hoy que nadie siente ninguna clase de rencor contra los españoles por lo ocurrido. Es más, el tipo consideraba normal lo acontecido puesto que sus antepasados querían saquear el barco. Desde luego, hay que ser buena fe para perdonar así una intrusión de tal calibre -me quedo pensando yo.
Curiosamente, en Tahuata media población se llama Barsinas, un apellido de descendencia española que nada tiene que ver con la expedición de Alvaro de Mendaña, sino con comerciantes de la península que dejaron descendencia en esta isla hace unas cuantas décadas.
Hablando con uno de los lugareños, Joseph Barsinas, me comentaba hoy que nadie siente ninguna clase de rencor contra los españoles por lo ocurrido. Es más, el tipo consideraba normal lo acontecido puesto que sus antepasados querían saquear el barco. Desde luego, hay que ser buena fe para perdonar así una intrusión de tal calibre -me quedo pensando yo.
Curiosamente, en Tahuata media población se llama Barsinas, un apellido de descendencia española que nada tiene que ver con la expedición de Alvaro de Mendaña, sino con comerciantes de la península que dejaron descendencia en esta isla hace unas cuantas décadas.
Tahuata tiene fama de tener los mejores escultores de hueso, cuerno y nácar de las Marquesas. Entre ellos, Teiki y Marc, de apellido...Barsinas (cómo no). Sus piezas son de una calidad exquisita y se exponen en los museos del mundo entero. En el mercado junto a la plaza, Teiki tiene a la venta hoy un diente de cachalote esculpido que le ha llevado un mes de trabajo y que es una auténtica joya. Por desgracia su precio también es de joya: 1800 euros.
Su primo Marc Barsinas, en la mesa de al lado, exhibe una preciosa pipa en hueso y un tiki en piedra.
Vendedores aparte, hoy es domingo, y los tahuatenses católicos se disponen a ir a misa de 8. Aún sin entender ni una palabra de marquesano, algún que otro pasajero se apunta al oficio.
Unas horas más tarde abandonamos esta bahía cuyas aguas se vieron teñidas de rojo tras el primer contacto entre los españoles y el pueblo polinésico, ahora hace 417 años, no sin un cierto sentimiento de culpa heredada.
Su primo Marc Barsinas, en la mesa de al lado, exhibe una preciosa pipa en hueso y un tiki en piedra.
Vendedores aparte, hoy es domingo, y los tahuatenses católicos se disponen a ir a misa de 8. Aún sin entender ni una palabra de marquesano, algún que otro pasajero se apunta al oficio.
Unas horas más tarde abandonamos esta bahía cuyas aguas se vieron teñidas de rojo tras el primer contacto entre los españoles y el pueblo polinésico, ahora hace 417 años, no sin un cierto sentimiento de culpa heredada.
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