Port Vila, Isla Efate, Vanuatu. Solo aterrizar en Port Vila uno se percata de que ha cambiado de país, a pesar de que Vanuatu y Nueva Caledonia son geográfica y étnicamente primos hermanos. Lo primero que salta a la vista viniendo de Nouméa, una ciudad cosmopolita y colonia francesa, es una sensación de dejadez generalizada. En su favor, la gente parece haber recuperado algo de la sonrisa y la amabilidad, pero tampoco es como para echar cohetes. A la entrada del aeropuerto se lee "Welcome to Vanuatu, the happiest country in the world". No sé.
Vanuatu fue "descubierto" por los españoles, en 1605, cuando Pedro Fernández de Queirós aterrizó con sus tres naves en la isla de Espíritu Santo pensando que era la tan deseada Terra Australis. Llegó a fundar una colonia, Nueva Jerusalén, que pronto cayó en el olvido y fue recuperada por los locales. Ningún otro europeo visitaría el archipiélago hasta siglo y medio más tarde, época de los Bougainville y los Cook.
Durante la época colonial, fue un condominio medio francés medio británico con el nombre de Nuevas Hébridas. Todavía recuerdo de pequeño haberlo estudiado así. En 1980 ganó la independencia.
Visitaré el territorio durante los próximos 10 días, repartidos en tres islas: Efate, con la capital Port Vila; Tanna y su volcán activo; y Espíritu Santo, donde me alojaré en una pequeña isla adyacente. Son las tres islas marcadas en el mapa:
En Port Vila es lunes, hace buen tiempo y algo más de calor que en Nueva Caledonia. Me hospedo en el Meridien, situado en un promontorio con vistas a la bahía de Erakor, en las afueras de la capital. El hotel respira un aire algo anticuado, pero tiene buen aspecto en general, especialmente esos bungalows de ahí abajo, donde no estoy yo.
A eso de las nueve me acerco el centro de Port Vila. Lo primero, comprar el billete de avión para ir a Tanna y Espíritu Santo en las oficinas de Van Air. El round-trip me cuesta 323€, un precio relativamente razonable para un total de 4 vuelos.
En Port Vila es lunes, hace buen tiempo y algo más de calor que en Nueva Caledonia. Me hospedo en el Meridien, situado en un promontorio con vistas a la bahía de Erakor, en las afueras de la capital. El hotel respira un aire algo anticuado, pero tiene buen aspecto en general, especialmente esos bungalows de ahí abajo, donde no estoy yo.
A eso de las nueve me acerco el centro de Port Vila. Lo primero, comprar el billete de avión para ir a Tanna y Espíritu Santo en las oficinas de Van Air. El round-trip me cuesta 323€, un precio relativamente razonable para un total de 4 vuelos.
Port Vila, con sus 40.000 habitantes, es como un gran pueblo sucio y algo dejado. Se respira pobreza y poca higiene. Debo confesar que los olores corporales no pasan desapercibidos. Tampoco es que se vea, por ahora, esa alegría de la huerta que el país reivindica. Seguramente es por aquello de que vivir en la capital es más duro. En Papeete también ocurre algo similar.
Un niño luce la camiseta de La Roja. Curioso pues estamos en 2009 y España todavía no es campeona del mundo. ¿Visión de futuro? Quizás. La gente, de raza melanésica, tiene un cierto aire de aborígen australiano. Curiosamente, se ve bastante rubio. Sin duda, más de un inglés o francés debió ceder a los encantos de alguna vanuateña.
A pesar de haber sido una colonia franco-británica, solo el inglés ha sobrevivido como lengua hablada más o menos por todos, junto con el idioma local, el bislama, una especie de inglés mal escrito. Es muy divertido leerlo: nambawan es "number one", nambatú es "number two", y du yu spik? ya os lo imagináis.
Me acerco al mercado y me dejo llevar por lo exótico del lugar.
Un niño luce la camiseta de La Roja. Curioso pues estamos en 2009 y España todavía no es campeona del mundo. ¿Visión de futuro? Quizás. La gente, de raza melanésica, tiene un cierto aire de aborígen australiano. Curiosamente, se ve bastante rubio. Sin duda, más de un inglés o francés debió ceder a los encantos de alguna vanuateña.
A pesar de haber sido una colonia franco-británica, solo el inglés ha sobrevivido como lengua hablada más o menos por todos, junto con el idioma local, el bislama, una especie de inglés mal escrito. Es muy divertido leerlo: nambawan es "number one", nambatú es "number two", y du yu spik? ya os lo imagináis.
Bueno, mor tumorrou.
Hola, el ingles y el frances son comunmente hablados por una gran parte de los Ni-Van, ademas de ser dos de los tres idiomas oficiales de la republica. Hay escuelas publicas en las q solo se ensenha en frances.
ResponderEliminarDu yu spik, no quiere decir nada en bichelamar. La traduccion correcta seria, yu sabe inglis? Me deja atonito que no te haya parecido significativo el buen humor de la gente. (Es algo subjetivo, son percepciones) Un saludo
Que visión más negativa y etnocentrista de otra cultura. La gente como tú se tendría que quedar en casa, viendo el fútbol y sálvame. Tu crónica sí que huele mal.
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