domingo, 23 de diciembre de 2012

Los pinzones de Darwin

Puerto Ayora, Isla Santa Cruz, Galápagos. Hoy toca visita a la isla de Santa Cruz (Indefatigable). El Beluga amarra de buena mañana en Puerto Ayora. Un minibus nos lleva a la Estación Científica Charles Darwin, creada en 1964 por científicos internacionales para la conservación y estudio de las Islas Galápagos.


Mientras un guía nos da las debidas explicaciones del centro y de la fauna y flora del archipiélago, yo me quedo rápidamente hipnotizado por la presencia y variedad de los pinzones de Darwin que se mueven por las afueras de las instalaciones si ninguna clase de vergüenza. Por fin podía ver con mis propios esos pajarillos que presuntamente habían inspirado la teoría de la evolución. ¿"Presuntamente"? Seguid leyendo...

Los Pinzones de Darwin constituyen una sub-familia de 14 especies de pájaros pequeños conocida científicamente como Geospizinae, cuya diferencia principal entre sus miembros es el tamaño y forma de sus picos. Hoy en día esta familia y su árbol genealógico se han transformado en el icono de la teoría de la evolución de Darwin, aunque como mencioné en un post anterior, no fueron ésos sino otros pájaros, los sinsontes, los que de alguna manera encendieron la chispa sobre evolución de las especies al joven Darwin, que, dicho sea de paso, no tenía mucha idea de ornitología. 

 
Fue de hecho su sirviente Slym Covington, un chaval de 15 años que el capitán Fitzroy eligió para que ayudara a Darwin, el que cazó, embalsamó y anotó la procedencia de los pinzones. Además, Covington mantenía un minucioso diario que ayudó enormemente a los expertos ingleses a interpretar los resultados. Si no hubiera sido por el rigor de ese chico, igual no habría habido teoría de la evolución. ¡Oh! cómo me hubiera gustado estar ahí para juzgar yo mismo el papel de cada uno en la gestación de esta revolucionaria teoría.

(Abajo, cuatro especies de pinzones de Darwin fotografiados en las inmediaciones de la estación: pinzón de Darwin fuliginoso (Geospiza fuliginosa), pinzón de Darwin picomediano (Geospiza fortis), pinzón de Darwin de los cactos (Geospiza scandens), y pinzón de Darwin chico (Camarhynchus parvulus)




Todo este material que Darwin y Covington recolectaban era embalsamado y enviado a Inglaterra desde los puertos importantes donde recalaba el Beagle. Una vez en Cambridge, fue el ornitólogo John Gould quien cayó en la cuenta que esos pájaros no eran una mezcla de mirlos, picogordos y currucas sino miembros de una misma familia.

Cuando el Beagle regresó a Inglaterra en 1936, Gould y Darwin presentaron esa conclusión ante la Sociedad Geológica de Londres. La noticia llegó a los periódicos y desde entonces ese árbol genealógico es la insignia de la teoría de la evolución de Darwin.

Hoy en día, con la tecnología y secuenciación genética, se ha podido comprobar que los pinzones de Darwin provienen de un pariente común. Además, en la pequeña isla de Daphne Mayor, una pareja de científicos, Peter y Rosemary Grant, llevan estudiando y midiendo los pinzones picomedianos (Geospiza fortis) desde 1973 y han podido demostrar cambios generacionales en el tamaño de los picos relacionados con la abundancia o escasez de ciertas semillas que les sirven de alimento. Era una prueba de la evolución día a día. 


Los Grant escribieron un libro, "El pico del pinzón" que les valió el premio Pulitzer de 1995. Para todos aquellos que aún siguen pensando que la evolución no existe, que la teoría de Darwin es una aberración, y que todas las especies animales son la que estaban en el arca de Noé y basta, este es un libro altamente recomendable (por cierto ¿dónde demonios en el arca debió colocar Noé a la ballena azul?)

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