Rurutu, Islas Australes, Polinesia Francesa. Creo que debe de haber pocas cosas más emocionantes en esta vida que bucear entre ballenas salvajes.
Rurutu es uno de los mejores lugares del mundo para observar y nadar con estos cetáceos. Aquí coinciden la nitidez y transparencia excepcionales del agua, un entorno único, una mínima afluencia de turistas, y una población asegurada de una decena de ballenas entre Julio y Octubre.
Se trata de la ballena jorobada o yubarta, que acude a la isla durante el invierno austral para reproducirse. La plataforma continental de 40 m de profundidad que rodea Rurutu les proporciona a estos gigantes de 15 metros o más un lugar seguro al abrigo de los tiburones.
Eric organiza salidas reducidas de diez personas con su pequeña barca para bucear con los cetáceos. Salimos a las 9 de la mañana de un día soleado. El mar está calmado. Primeramente Eric avista los animales y determina su disposición para la visita, pues es necesario que la ballena se encuentre dormitando para poder sumergirnos a su lado. Evidentemente, no son buenos momentos ni cuando están saltando, ni cuando se desplazan.
Una vez avistada una pareja, Eric espera a que realicen la inmersión profunda (esa que sigue al levantamiento de la cola), y nos indica con un gesto suave: maintenant!. La adrenalina alcanza entonces máximos. Hay que tirarse al agua. Chapuzón, y una vez diseminadas las burbujas, aparece las siluetas de dos enormes ejemplares, macho y hembra, ingrávidos, a 40 m de profundidad. En esta ocasión, la hembra está durmiendo en posición vertical y el macho horizontal. Las tenemos justo debajo de nosotros. En mi mente solo hay un pensamiento: ¡qué maravilla!
Al cabo de un rato, la ballena macho comienza su elegante ascensión hacia la superficie, en un juego de aleteos a modo de danza acuática. Mi corazón se dispara. Le sigue la hembra. Se nos acercan. Cada vez están más cerca. ¿Pero se van a apartar no? -confías pensando que sea lo que Dios quiera. Y llega un momento en que se desvían para alcanzar finalmente la superficie y resoplar con el más grande de los estornudos imaginables
Hacemos tres inmersiones. Y a la tercera ocurre algo totalmente imprevisto, algo que Eric nos dice que únicamente pasa una vez por temporada:
Estamos esperando de nuevo la ascensión de las ballenas, en el agua, justo sobre ellas. Esta vez están tardando algo más de lo normal. Llevan 20 minutos bajo el agua. Todo está en calma. Pero repentinamente, como si se hubiera hartado de nuestra presencia, la ballena macho comienza a mover la cola intensamente, a ondular su cuerpo como si tuviera convulsiones y a subir con una fuerza descomunal. ¿Qué le pasa? ¿por qué sube tan deprisa? Todos experimentamos un momento de pánico contenido. Nooo, no me lo puedo creer...la ballena ha decidido pegar un enorme y descomunal salto en nuestras mismísimas narices. Surge del agua cual descomunal leviatán, levantando sus 30 toneladas de peso de una vez para girar en el aire y dejarse caer de espaldas con un estruendo que nos deja a todos sin aliento, atónitos ante tal poderío, fuerza y belleza de la naturaleza.
En el barco, los que habían subido porque tenían frío, no dan crédito a lo que acaban de presenciar. La ballena había dado un enorme salto justo donde estábamos nosotros. Y la pregunta inmediata: ¿habrá caído sobre alguien? Pero por suerte, o quizás intencionadamente, la ballena había elegido la dirección en donde no había nadie. Steve, uno de los que estaba en el barco, logra captar el momento por pura casualidad. Esa es su foto
Hola Xavi!!
ResponderEliminarAl juliol tindré la sort de visitar Polinèsia i m'encantaria viure l'experiència que has viscut tu amb les balenes.
Em podries informar sobre l'empresa que us ho va organitzar?
Gràcies!!!
Mar
Hola Mar. El Juliol pot resultar una mica massa aviat per veure-les, sobretot la primera quinzena. La temporada comença a finals de Juliol i dura fins setembre-octubre. Trobaràs molta informació a la web de l'hotel més recomanable de Rurutu, Le Manotel (http://www.lemanotel.com). Si vols més detalls contacta amb el seu patró, l'Yves Gentilhomme, ell t'informarà de tot. Bona sort.
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