Informe ornitológico

Maupiti, viernes 12 de Agosto de 2011. No me podía ir de la isla sin hacer el “informe ornitológico”

Se podría pensar que en un isla perdida en medio del océano uno debería encontrar un gran número de aves endémicas, especies que sólo hubiera aquí y en ninguna otra parte del mundo.

Pues no. El ser humano ha sido y sigue siendo tan poco responsable en este asunto que acabó con todas las especies terrestres autóctonas de la isla. Sólo quedan las marinas. Para compensar esa tristeza que debe producir un lugar sin pájaros introdujo una cuantas con fines higiénicos (como el aguilucho lagunero del Pacífico, para que se comiera las ratas), alimenticios (el gallo) o puramente para “darle vidilla a la isla” (como el anteojitos o el capuchino).

La verdad es que tras tres semanas de estancia en la isla sólo he visto 14 especies de aves. Son las siguientes:

Rabijunco colirrojo (Phaethon rubricauda)

Rabijunco menor (Phaethon lepturus)

Alcatraz patirrojo (Sula sula)
Piquero pardo (Sula leucogaster)

Rabihorcado grande (Fregata minor)

Garceta de arrecife (Egretta sacra)

Aguilucho lagunero del Pacífico (Circus approximans)

Gallo bankiva (Gallus gallus)

Playero de Alaska (Heteroscelus incanus)

Charran piquigualdo (Sterna bergii)

Charrán blanco (Gygis alba)

Paloma bravía (Columba livia)

Tortolita estriada (Geopelia striata)

Anteojitos dorsigrís (Zosterops lateralis)

Capuchino de pecho castaño (Lonchura castaneothorax)

Se han observado unas pocas más en la isla, pero son marítimas y nocturnas, con lo que no las he podido detectar.

Y una que ni yo ni nadie verá nunca más porque el ser humano la borró en 1830 de su única morada, Maupiti, tras milenios y milenios de especiación: el Monarca de Maupiti (Pomarea pomarea)