Mindelo, São Vicente, Cabo Verde. Mindelo es la cuna de la música caboverdiana. Es la ciudad natal de Cesária Evora, y de otros grandes músicos del país como Luis Morais, Tito Paris, Bana, Titina y los compositores B.Leza, Manuel Novas, Frank Cavaquim, Goy y Vasco Martins.
Y también de la familia Baptista, constructores de instrumentos de cuerda: guitarras, violines, y, sobretodo, cavaquinhos, esa guitarra pequeña de 4 cuerdas, parecida a un ukelele, que acompaña siempre a la música del país en todos sus formas: morna, coladeira, cola-sanjón, y funaná.
El padre, João Baptista, regaló un cavaquinho a uno de sus hijos, Rufino, cuando tenía 7 años. Con el tiempo Rufino, que pronto cambió su nombre a Bau en honor a un jugador de fútbol caboverdiano, comenzó a hacer sus propios instrumentos. Un día construyó uno de caja más grande, conocido hoy como cavaquinho Bau. Hoy Bau es un compositor e intérprete reconocido internacionalmente. Por cierto que tocó el tema Raquel en la película de Almodovar Hable con ella.
Y también de la familia Baptista, constructores de instrumentos de cuerda: guitarras, violines, y, sobretodo, cavaquinhos, esa guitarra pequeña de 4 cuerdas, parecida a un ukelele, que acompaña siempre a la música del país en todos sus formas: morna, coladeira, cola-sanjón, y funaná.
El padre, João Baptista, regaló un cavaquinho a uno de sus hijos, Rufino, cuando tenía 7 años. Con el tiempo Rufino, que pronto cambió su nombre a Bau en honor a un jugador de fútbol caboverdiano, comenzó a hacer sus propios instrumentos. Un día construyó uno de caja más grande, conocido hoy como cavaquinho Bau. Hoy Bau es un compositor e intérprete reconocido internacionalmente. Por cierto que tocó el tema Raquel en la película de Almodovar Hable con ella.
Mientras Bau iba cobrando fama como artista, uno de sus 11 hermanos, Luis, aprendió las técnicas de luthier de su padre y siguió con el negocio familiar.
Hoy, Luis tiene un taller en Mont Sossego, Mindelo, la Oficina Luis Baptista, en donde fabrica los mejores instrumentos que uno pueda imaginar, los que utilizan los músicos caboverdianos. Su hermano Pedro también ha continuado el negocio y tiene otro taller a escasa distancia.
Hace dos años Luis me hizo un Bau, con el que estoy aprendiendo a tocar en Barcelona. El jueves fui a saludarle a su taller de Mont Sossego, y me lo encontré experimentando en la construcción de una nueva variedad: uno con caja de tamaño tradicional caboverdiano, pero más honda y con un diseño más psicodélico. Lo tenía a medio hacer y un poco abandonado (era el que está encolándose con una cuerda en la foto de abajo). Le pregunté si lo acabaría para mí. Después de pensar, charlar de otras cosas, dejar pasar un rato, ver otros cavaquinhos, etc.. me dijo que sí (era jueves y yo me iba hoy domingo). Se me encendió una luz en los ojos.
Ayer fui de “visita de obras”, para ver como evolucionaba la construcción de mi instrumento y me quedé parado de lo que había avanzado. Estuve un par de horas, observando cómo lo pulía y lo pintaba, charlando con él, simplemente disfrutando de esos momentos tan poco usuales en la vida de uno en los que un luthier de Cabo Verde, quizás uno de los últimos, te está haciendo un instrumento personalizado para ti.
Así que se estaba gestando el primer cavaquinho Caboverde Mix OBL (como lo denominó él el primer día), aunque ayer me preguntó cómo se escribía mi nombre...había cambiado de parecer y me propuso bautizar el modelo como cavaquinho Xavi. Todavía no me lo acabo de creer, pero bueno. Quien sabe, quizás algún día sea una pieza de museo.
Así ha quedado:
Hoy, Luis tiene un taller en Mont Sossego, Mindelo, la Oficina Luis Baptista, en donde fabrica los mejores instrumentos que uno pueda imaginar, los que utilizan los músicos caboverdianos. Su hermano Pedro también ha continuado el negocio y tiene otro taller a escasa distancia.
Hace dos años Luis me hizo un Bau, con el que estoy aprendiendo a tocar en Barcelona. El jueves fui a saludarle a su taller de Mont Sossego, y me lo encontré experimentando en la construcción de una nueva variedad: uno con caja de tamaño tradicional caboverdiano, pero más honda y con un diseño más psicodélico. Lo tenía a medio hacer y un poco abandonado (era el que está encolándose con una cuerda en la foto de abajo). Le pregunté si lo acabaría para mí. Después de pensar, charlar de otras cosas, dejar pasar un rato, ver otros cavaquinhos, etc.. me dijo que sí (era jueves y yo me iba hoy domingo). Se me encendió una luz en los ojos.
Ayer fui de “visita de obras”, para ver como evolucionaba la construcción de mi instrumento y me quedé parado de lo que había avanzado. Estuve un par de horas, observando cómo lo pulía y lo pintaba, charlando con él, simplemente disfrutando de esos momentos tan poco usuales en la vida de uno en los que un luthier de Cabo Verde, quizás uno de los últimos, te está haciendo un instrumento personalizado para ti.
Así que se estaba gestando el primer cavaquinho Caboverde Mix OBL (como lo denominó él el primer día), aunque ayer me preguntó cómo se escribía mi nombre...había cambiado de parecer y me propuso bautizar el modelo como cavaquinho Xavi. Todavía no me lo acabo de creer, pero bueno. Quien sabe, quizás algún día sea una pieza de museo.
Así ha quedado: