



En la actualidad en el pueblo vive muy poca gente, tan solo alguna familia de pescadores. De lo que en su día fue un lugar próspero y productivo, hoy solo quedan ruinas decadentes, oxidadas y grises.



Desde hace siglos se viene extrayendo sal del volcán vecino a la localidad. El fondo del lago que alberga el cráter está por debajo del nivel del mar, con lo que continuamente filtra agua que, al secarse, produce la sal. Todavía puede verse la rudimentaria maquinaria que se utilizaba para su manufactura, así como las torres en ruinas del teleférico que la transportaba hasta el muelle.




Hoy las salinas tienen otro uso: los turistas pueden bañarse en sus aguas saturadas de sal y experimentar el flotamiento producido por su alta densidad, "a lo Mar Muerto".
En 2007 hubo un intento por parte del grupo inversor italiano Stefanina (propietario de media isla) de convertir toda esta zona en un gran complejo turístico con una marina, golf, spa, hoteles, restaurantes, centros de deporte....Por suerte la cosa no progresó y, para protegerlo de esta clase de amenazas, en 2012 fue declarado Monumento Nacional por el ministro de cultura del país. Mirad en lo que hubiera acabado: es espeluznante:
En cambio, permanecerá así:


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