Mindelo, Cabo Verde. Fin de año es una buena época para dejarse caer por Mindelo, en la isla de San Vicente de Cabo Verde, especialmente si a uno le gusta la música de este país atlántico.
Mindelo es la segunda ciudad en tamaño de Cabo Verde, después de Praia. Praia es la capital política del país, pero sin duda Mindelo lo es de la música. Aquí nacieron y se formaron la mítica Cesaria Evora y otros grandes músicos y cantautores caboverdianos como Tito Paris, Jorge Humberto, Bau, Herminia, Dudu Araujo o Luis Morais por citar solo unos pocos.
La mayoría de la gente de esta tierra no vive en Cabo Verde. La diáspora es muy marcada, con más del doble de caboverdianos en terra longe que en su propio país. Y los músicos no son una excepción. Al contrario, casi todos se han establecido en Lisboa y París, principalmente. Pero tienen sus familias aquí, y, como buenos conciudadanos, vienen a celebrar las fiestas a casa. Una vez en Cabo Verde, aprovechan para dar algún concierto y celebrarlo con los suyos. Se trata de conciertos muy cercanos, muy vívidos, donde los artistas y el público se funden en una mezcla íntima, auténtica y muy próxima. Nada que ver con los espectáculos que se pueden ver en el viejo continente. Así que hay que aprovechar la ocasión.
Hoy día 28 de Diciembre de 2012 es mi segundo día en Mindelo. De paseo por la ciudad he visto anunciado para hoy una noche de música caboverdiana en una carpa frente a la marina, con la participación de Tito Paris, Dudu Araujo, y otros grupos. Así que rápidamente compro un tíquet por 10 euros y me planto a las 23h en punto en la entrada. Como todo en Cabo Verde, el concierto no comienza hasta una hora después de lo anunciado. Pero da igual, arranca con la aparición de Tito Paris, que previamente se ha paseado por entre la gente saludando a todo quisqui, incluyéndome a mí que me he sumado al afecto y amistad mostrado por todos.
Curiosamente, no hay mucha gente en primera fila, así que aprovecho y me voy para allí. El concierto comienza con una versión musicada de una célebre canción caboverdiana, Flor formosa, tocada al son de una trompeta y un saxo como instrumentos principales. La gente enloquece, la sonoridad es excelente, y la fiesta tiene muy buen pronóstico.
Seguidamente aparece Tito Paris, con su característica voz gastada y su guitarra hueca. El cantautor acaba de celebrar su 30 aniversario como artista, y estos días ha estado grabando un programa especial en la TV que conmemora su carrera, así que todavía más motivo para abrazos y felicitaciones.
Tras regalarnos con varias versiones nuevas de antiguos canciones suyas, acaba quizás con uno de sus temas más emblemáticos: Otilia. Suena así:
A continuación aparece en escena otro de los grandes mitos de la música caboverdiana: Dudu Araujo. La gente enloquece de nuevo, especialmente sus fans de primera fila que parecen adorarle. Todo el mundo baila al son de sus coladeiras y sus colas sanjón.
Dudu Araujo nos regala temas muy locales, algunos suyos y otros versionados, como Boas festas, la canción omnipresente en Mindelo durante las Navidades: en el mercado, en los anuncios de la tele, en las tiendas, en los bares...por todas partes suena la melodía que inmortalizó Luis Morais y su clarinete. Por si no la conocéis, aquí os la dejo en su propia versión:
La noche se alarga hasta altas horas de la madrugada. El grogue (el ron de Santo Antao) y la cerveza corren a sus anchas. La gente baila y se divierte sanamente por todo lo alto. Y no quiero cerrar este post sin el siguiente comentario que, una vez más, dignifica a la gente de este país: no he visto ni una sola persona pasada de vueltas por el alcohol. Bueno, sí, una: un occidental que se tambaleaba tristemente entre el gentío, encendiendo el penoso sentimiento de la vergüenza ajena.
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