Miranda, North Island, Nueva Zelanda. Mi último día en Nueva Zelanda lo dedico íntegramente a la ornitología. Estoy en Miranda, a unos 90 km al este del aeropuerto de Auckland, en la reserva de aves migradoras. Mi vuelo a Barcelona no sale hasta las 18:50, así que tengo toda la mañana para disfrutar de este fabuloso lugar.
En este país, y sólo aquí, vive una especie con una caractarística única y excepcional en el reino de las aves, y, casi diría yo que en todo el reino de los vertebrados: muestra una asimetría lateral, o dicho de una manera más callejera, el animal por fuera no es simétrico sino que posee un elemento, en este caso su pico, curvado hacia un lado, y este lado es siempre el derecho en todos los individuos. Es el chorlitejo piquituerto (Anarhynchus frontalis, o Wrybill en inglés).
Existe otra familia de aves, esta vez en Eurasia, con un dimorfismo lateral, son los piquituertos (Loxia sp.), en los que la mandíbula superior de su pico se cruza hacia un lado con la inferior, pero a la mitad de los individuos se les cruza por la derecha y a la otra mitad por la izquierda. Vamos, que no está genéticamente programado si van a ser piquituertodiestros o piquituertosiniestros. En cambio, en el caso del chorlitejo piquituerto sí: todos muestran el desvío de su pico hacia la derecha.
Además, ello les condiciona un comportamiento alimenticio marcadamente asimétrico: buscan siempre la comida con la cabeza girada a la izquierda.
Sería interesante averiguar el mecanismo genético por el cual un ave estrechamente emparentada con muchas otras cuyo pico es simétrico (hay muchas especies de chorlitejos en el mundo y ninguna otra muestra esta característica) haya desarrollado esta peculiaridad.
En Miranda no solo hay wrybills, también hay otras especies interesantes para los ornitólogos europeos como yo, como por ejemplo el correlimos acuminado (Calidris acuminata), muy raramente visible en Europa. Aquí hay 12 hoy.
La reserva ornitológica de Miranda es una de las más importantes de esta región del Pacífico para las aves de marisma que crían en el ártico y que encuentran aquí un lugar idóneo para pasara su invierno.
Una de las cosas que tiene este país (y otros que viven la ornitología intensamente) es que en los cuarteles de los lugares de interés te encuentras con toda clase de información de última hora, por ejemplo, una pizarra con el listado de las especies (incluso con su número) que se han visto ese mismo día en las vecindades. ¡Increíble!
Dentro de los "locals" abunda el ostrero de la isla Sur (Haematopus finschi)
Y las agujas colipintas (Limosa lapponica), quizás la otra estrella del lugar, con unos 3.000 ejemplares.
En cuanto al wrybill, hoy se han contado 1.800. Se mueven todos juntos y cuando levantan el vuelo forman una nube que se desplaza al unísono en una perfecta (e incomprensible) coordinación.
La reserva ornitológica de Miranda es una de las más importantes de esta región del Pacífico para las aves de marisma que crían en el ártico y que encuentran aquí un lugar idóneo para pasara su invierno.
Una de las cosas que tiene este país (y otros que viven la ornitología intensamente) es que en los cuarteles de los lugares de interés te encuentras con toda clase de información de última hora, por ejemplo, una pizarra con el listado de las especies (incluso con su número) que se han visto ese mismo día en las vecindades. ¡Increíble!
Dentro de los "locals" abunda el ostrero de la isla Sur (Haematopus finschi)
Y las agujas colipintas (Limosa lapponica), quizás la otra estrella del lugar, con unos 3.000 ejemplares.
En cuanto al wrybill, hoy se han contado 1.800. Se mueven todos juntos y cuando levantan el vuelo forman una nube que se desplaza al unísono en una perfecta (e incomprensible) coordinación.
Me encanto Graias por compartirlo
ResponderEliminarUn placer
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