Guanahacabibes, Cuba. Cuando eres un apasionado de las aves -un birdwatcher, como nos llaman los ingleses- hay ciertas especies que sencillamente "tienes que ver algún día". Esa lista normalmente incluye aves raras, vistosas, extrañas, grandes, pequeñas...Desde que era crío, en las colecciones de cromos de naturaleza, ya figuraba el zunzuncito como el ave más pequeña del planeta. Siempre me fascinó su tamaño que, según el pie del cromo, era como el de un abejorro. Pero nunca soñé que la podría ver al natural. Hasta que llegué aquí, a este apartado lugar en el extremo occidental de la isla de Cuba.
El colibrí zunzuncito (Mellisuga helenae) mide 5 cm y pesa tan sólo 1,6 g. Cada segundo sus alas baten 200 veces y su corazón pulsa 10 latidos. Tiene el récord de metabolismo más rápido del reino animal. Si te pasa uno por delante a 150 km/h, aparte de dejarte totalmente perplejo, no das crédito que has visto un ave, con pico, ojos, alas, patas y cerebro. Es realmente fascinante.
El colibrí zunzuncito es endémico de Cuba, es decir, no se encuentra en ningún otro lugar del planeta. Y no resulta fácil observarlo, no tanto por su diminuto tamaño, sino porque su área de distribución dentro de la isla es restringida. Leí que Guanahacabibes era uno de los pocos sitios en donde se podía ver, pero dar con uno en un espacio de 400 km2 parecía tarea imposible. Por suerte, el jardín de Villa Cabo San Antonio, donde estaba hospedado, parecía gustarles, por lo que si alguien tiene intención de ver este pájaro no podría recomendar un lugar mejor que éste.
Además, ese jardín del edén, junto a los bungalows, también sorprende con otras especies de aves. Aquí os dejo (por ese orden) un esmeralda zunzún (Chlorostilbon ricordii), una reinita palmera (Dendroica palmarum), una reinita chillina (Teretristis fernandinae) y un semillero negrito (Melopyrrha nigra).
El colibrí zunzuncito (Mellisuga helenae) mide 5 cm y pesa tan sólo 1,6 g. Cada segundo sus alas baten 200 veces y su corazón pulsa 10 latidos. Tiene el récord de metabolismo más rápido del reino animal. Si te pasa uno por delante a 150 km/h, aparte de dejarte totalmente perplejo, no das crédito que has visto un ave, con pico, ojos, alas, patas y cerebro. Es realmente fascinante.
El colibrí zunzuncito es endémico de Cuba, es decir, no se encuentra en ningún otro lugar del planeta. Y no resulta fácil observarlo, no tanto por su diminuto tamaño, sino porque su área de distribución dentro de la isla es restringida. Leí que Guanahacabibes era uno de los pocos sitios en donde se podía ver, pero dar con uno en un espacio de 400 km2 parecía tarea imposible. Por suerte, el jardín de Villa Cabo San Antonio, donde estaba hospedado, parecía gustarles, por lo que si alguien tiene intención de ver este pájaro no podría recomendar un lugar mejor que éste.
Además, ese jardín del edén, junto a los bungalows, también sorprende con otras especies de aves. Aquí os dejo (por ese orden) un esmeralda zunzún (Chlorostilbon ricordii), una reinita palmera (Dendroica palmarum), una reinita chillina (Teretristis fernandinae) y un semillero negrito (Melopyrrha nigra).
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