Las Tumbas, Cuba. En el extremo oeste de Cuba existe una península, una especie de dedo de tierra que se adentra 100 km en el mar, que alber-ga la naturaleza y las playas mejor conserva-das de la isla. Es la Península de Guanaha-cabibes, Parque Nacional y reserva mundial de la biosfera de la Unesco desde 1985. Una vez pasada la ciudad de Pinar del Río, la carretera prosigue dirección oeste hasta la entrada a la península, momento en que deja de estar asfaltada y se transforma en una vía de tierra.
En ese instante uno piensa, "bueno, unos kilómetros más y llegamos a la punta"...nada más lejos de la realidad. Al contrario, parece que te metas en el fin del mundo y el esperado Cabo San Antonio con su faro Roncali, no llegan nunca. Eso sí, te cruzas con toda clase de paisajes, aves y reptiles.
Y el camino sigue y sigue, y cuando parece que ya llegas, de nuevo otra gran recta hasta el horizonte...y al final, como regalo caído del cielo, llegas a Villa Cabo San Antonio, un acogedor complejo con 14 fantásticos bungalows donde uno puede alojarse y disfrutar de la paz y virginidad del lugar. Las playas son toda una recompensa al recorrido...esos sí, siempre que se visiten antes del atardecer, porque a partir de ese momento aparecen los temibles jejenes, una especie de micro-mosquita negra, no más grande que la cabeza de un alfiler, que pica fuerte y te hace la vida más que imposible.
Más al sur existe un lugar llamado María La Gorda que también dispone de pequeños bungalows en la playa destinados al turismo de pesca y buceo. En mi opinión, María La Gorda es demasiado turístico, y carece del encanto y autenticidad de Villa Cabo San Antonio, así que si un día visitáis la zona, ya sabéis.... Aquí os dejo un par de fotos de Maria La Gorda.
Pero no sólo hay playas y aguas azules en este maravilloso paraje: aquí, en el extremo de la península, en el mismísimo jardín de Villa Cabo San Antonio, uno puede observar al ave más pequeña del mundo: el zunzuncito...pero de él os hablaré mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario