Le Robert, Martinique. En el año 1659, como recompensa de los servicios prestados durante la guerra contra los Caribes, la viuda del antiguo gobernador Jacques Du Parquet donó a los monjes dominicanos las tierras del Fonds-Saint-Jacques para construir un convento, una iglesia y una azucarera. Algunos años más tarde, cuando el padre Labat desembarcó en Martinica y visitó el convento en 1694, la explotación del lugar era bastante deplorable. Dos años después el dominico tomaba las riendas del proyecto haciéndolo prosperar sensiblemente hasta la revolución francesa, época en la cual el conjunto fue confiscado a los monjes. Entretanto, el bueno de Labat, que además de clérigo era botánico, escritor, explorador, etnógrafo, soldado, ingeniero y terrateniente, había inventado un nuevo alambique de cobre que mejoraba las técnicas de destilación del ron. Tanto es así que hizo de este lugar el centro industrial más avanzado de la isla.
En 1968 el conjunto fue restaurado por la universidad de Montreal, y en la actualidad el monasterio (foto abajo) se ha convertido en un centro cultural que acoge espectáculos, concierto y exposiciones.
Fruto de todos estos avances, hoy en día el ron martinico es uno de los más apreciados del mundo. Para los que estéis interesado en saber cómo se elabora el ron, aquí en Martinica o en Santo Antao en Cabo Verde, o en cualquier otra parte del mundo, os anexo este "copia-y-pega" de Internet:
El ron es elaborado de la siguiente manera: se tritura la caña de azúcar en el trapiche, que es un molino que permite el prensado de diversos frutos. El líquido resultante se calienta hasta una temperatura próxima al punto de ebullición. Más tarde se enfría, y luego se retiran los sedimentos. Nuevamente se somete el jugo al calor, y se vuelve a enfriar. Resultado de estas operaciones es un jarabe espeso, de color oscuro, casi libre de impurezas. En seguida se procede a centrifugarlo, hasta separar los cristales de azúcar, empleados en la fabricación de edulcorantes. Los residuos, después de retirar los azúcares cristalizados, reciben el nombre de melazas. Con ellos, una vez fermentado el jugo y sometido a proceso de destilación, se elabora otra clase de ron, de menor calidad y finura.
Las cañas que fueron prensadas y trituradas reciben el nombre de bagazos, y son utilizadas como combustible, después de haber sido secadas, para calentar los alambiques.
El jugo es fermentado, y posteriormente destilado, en alambiques de olla o de columna, y de este proceso se obtiene un destilado -aguardiente-, el cual puede ser añejado en barricas de roble durante algunos años, o bien comercializado sin envejecimiento, como “ron blanco”.
En 1968 el conjunto fue restaurado por la universidad de Montreal, y en la actualidad el monasterio (foto abajo) se ha convertido en un centro cultural que acoge espectáculos, concierto y exposiciones.
Fruto de todos estos avances, hoy en día el ron martinico es uno de los más apreciados del mundo. Para los que estéis interesado en saber cómo se elabora el ron, aquí en Martinica o en Santo Antao en Cabo Verde, o en cualquier otra parte del mundo, os anexo este "copia-y-pega" de Internet:
El ron es elaborado de la siguiente manera: se tritura la caña de azúcar en el trapiche, que es un molino que permite el prensado de diversos frutos. El líquido resultante se calienta hasta una temperatura próxima al punto de ebullición. Más tarde se enfría, y luego se retiran los sedimentos. Nuevamente se somete el jugo al calor, y se vuelve a enfriar. Resultado de estas operaciones es un jarabe espeso, de color oscuro, casi libre de impurezas. En seguida se procede a centrifugarlo, hasta separar los cristales de azúcar, empleados en la fabricación de edulcorantes. Los residuos, después de retirar los azúcares cristalizados, reciben el nombre de melazas. Con ellos, una vez fermentado el jugo y sometido a proceso de destilación, se elabora otra clase de ron, de menor calidad y finura.
Las cañas que fueron prensadas y trituradas reciben el nombre de bagazos, y son utilizadas como combustible, después de haber sido secadas, para calentar los alambiques.
El jugo es fermentado, y posteriormente destilado, en alambiques de olla o de columna, y de este proceso se obtiene un destilado -aguardiente-, el cual puede ser añejado en barricas de roble durante algunos años, o bien comercializado sin envejecimiento, como “ron blanco”.
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